Es importante que las suculentas se siembren con la tierra adecuada, que les proporcione los nutrientes adecuados. Para evitar esta falta de nutrientes puedes optar por un fertilizante químico o fertilizantes naturales. Igualmente asegúrate de que tu suculenta esté recibiendo suficiente sol
Necesita un sustrato rico en materia orgánica con muy buena aireación y un óptimo drenaje del agua. No tolera sustratos compactos donde se mantiene la humedad durante mucho tiempo. Asegúrate de regar directamente a las raíces y no al follaje. En invierno reduce los riegos a cada 10 o 15 días, necesita muchísima luminosidad y agradece algo de sol directo, pero con reservas.
