Tiene hojas carnosas y redondeadas de un verde intenso. Las hojas poseen un leve craquelado de color blanco y sus tallos son muy pilosos. Produce flores amarillas en forma de estrella. Mucha luz pero siempre indirecta, emperaturas cálidas y a salvo de heladas. Siempreviva suele crecer en algunos de los lugares más calurosos y soleados del mundo y está bien adaptada a ese tipo de entorno, por lo que no necesita protegerse del sol. Sin embargo, debes tener cuidado con hacer un traslado repentino a un lugar muy soleado si tu Siempreviva no está acostumbrada. Las plantas necesitan tiempo para adaptarse a las distintas condiciones, así que empiece por ponerlas al sol durante un par de horas al día, y vaya aumentando gradualmente el tiempo de exposición. Una vez adaptadas, la mayoría de las Siempreviva estarán bien a pleno sol y no necesitarán protección.
